lunes, 30 de abril de 2018

Botella al mar para el Dios de las palabras

 

Por GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ*

A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!».

El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.

Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.

La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?

Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

  * Ponencia que pronunció García Márquez (Premio Nobel de Literatura de 1982) en el estado mexicano de Zacatecas, el 7 de abril de 1997, durante la apertura del I Congreso Internacional de la Lengua Española, que dio origen a la polémica que traspasó el mundo de los expertos y gramáticos, y se amplió a todos los que hablamos la lengua de Cervantes.

jueves, 26 de abril de 2018

El auge de África y la creciente agresividad de Occidente


Por TONY BUSSELEN

A principios de agosto de 2013, el Ministerio de Defensa francés presentaba la tercera versión del documento Horizontes estratégicos. El objeto del estudio era el siguiente: «Partiendo de un análisis de las tendencias globales de la evolución del contexto estratégico (…) identificar sus consecuencias sobre el posicionamiento de Francia en el sistema internacional durante las tres próximas décadas.»[1]

En internet circula también una versión final del proyecto de estrategia de seguridad nacional (2013) de los Estados Unidos. Visiblemente, se trata de un documento de trabajo cuyo objetivo es actualizar el documento actual, titulado National Security Strategy que está publicada desde el año 2010 en la página web de la Casa Blanca.[2]

Ambos documentos tienen en común que parten de un mundo en constante cambio. El documento francés dedica un capítulo entero al «fin de la hegemonía occidental» que califica de tendencia principal en el mundo. Para Washington, está claro que, una vez más, «los Estados Unidos deben prepararse para un mundo multipolar en el que tanto aliados como enemigos podrían desafiarnos».

Ambos documentos definen una vía por la cual se podría resistir a esta tendencia. Para los estrategas franceses, está claro que «tomando nota de la disminución progresiva de su potencia relativa, los Estados Unidos, que debería centrar de nuevo sus esfuerzos en la zona Pacífico, exigirán a sus aliados europeos que se esmeren más en su entorno estratégico inmediato» (es decir: África, Europa del Este y Oriente Medio). Y la «interoperabilidad de las fuerzas será crucial entre los europeos, y necesaria con los americanos».

Una vez más, para los estrategas americanos está claro que los Estados Unidos deben mantener su «superioridad militar, económica y cultural». «Este es el motivo por el que los americanos deben partir del hecho de que nuestra nación es "la primera entre iguales".»

Un cambio radical en la correlación de fuerzas económicas internacionales

«Mientras que Asia y África representarán cerca del 80% de la población mundial y que las economías de los siete primeros países emergentes serán superiores en más de dos veces a las economías del G7[3] durante el cambio de siglo, el peso demográfico y económico relativo de los países de la OCDE[4] seguirá decreciendo (14% de la población en 2040, 43% del PIB mundial en el horizonte 2030)», dice el informe Horizontes estratégicos.

Estas cifras están en la línea de lo que ya había señalado anteriormente este año el informe anual del Programa de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Humano del 2013 (ver gráfico).

Evolución de la parte de la producción mundial
(1) de Brasil, India y China
y (2) de los países occidentales.

Los países del Sur han duplicado prácticamente su parte en la producción mundial, de 25% en 1980 a 47% en 2010. Estos últimos 30 años, el comercio entre los países del Sur ha pasado del 10% de los intercambios mundiales al 25%, mientras que el comercio entre los países del Norte ha bajado del 46% al 30% de los intercambios mundiales. En poco tiempo, el comercio Sur-Sur sobrepasará al comercio Norte-Norte. El informe prevé que este auge del Sur continuará e incluso se acelerará durante el siglo XXI.

«África es la segunda región después de Asia del Sur donde el desarrollo humano progresa más rápido», afirma el informe. La renta por habitante ha aumentado un 5% por año, es decir el doble con respecto a los años 90. Entre los años 2000 y 2012, la esperanza de vida ha aumentado en 5,5 años, cuando se había estancado entre 1990 y 2000. Esto ha ocurrido en un periodo en el que las relaciones con las economías emergentes (sobre todo China) se volvieron más intensas.[5]

Esta evolución da lugar a análisis muy inquietos por parte de Occidente. Por ejemplo, durante el reciente viaje de Obama a África, el diario americano The Global Post sacaba el siguiente titular: «Obama en África: China 1, Estados Unidos 0»[6]. El diario hacía notar que el volumen del comercio de China con África ha pasado de 166,3 mil millones de dólares en 2011 a 198,5 mil millones en 2012. Durante este mismo año, el volumen del comercio de los Estados Unidos con África ha bajado, pasando de los 125,8 mil millones de dólares a 99,6 mil millones[7]. La página web de negocios Bloomberg constataba con pavor que China tiene más de 150 agregados comerciales en África, mientras que los Estados Unidos no tienen más que… seis.[8]

El mito del imperialismo chino

Desde hace algunos años, China es el primer socio comercial de África. Muchos ven allí la prueba de un nuevo imperialismo, chino esta vez, en África. Es indudablemente cierto que la presencia en África de empresas privadas chinas está unida a todo tipo de formas de explotación, como puede esperarse, por ejemplo, de parte de empresas privadas locales que funcionan según los principios del libre mercado.

Por otra parte, existen diferencias culturales que provocan tensiones. Pero por lo general las historias sobre adquisiciones masivas de tierras agrícolas, explotación a bajo precio de las materias primas y demás, no son más que mitos, aunque parezcan argumentos de peso. Una persona se dedica desde hace años a confrontar sistemáticamente estos mitos con la realidad: Deborah Brautigam, profesora y directora del programa de desarrollo internacional de la Universidad John Hopkins en Washington. En su página web China in Africa: the real story[9] hace regularmente buena cuenta de este tipo de leyendas. Una visita a su página web contribuye a disipar muchos malentendidos y otras invenciones.

Es demasiado fácil calificar de imperialismo al comercio creciente entre China y África. Lenin cita tres características sobre los aspectos internacionales del imperialismo como sistema: «la exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia particular», «la formación de asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten el mundo» y «el fin del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes».[10]

Lenin hace la distinción entre el comercio (exportación e importación de mercancías) y la exportación de capitales. En lo que respecta al comercio, conviene señalar el creciente excedente comercial positivo de África. En 2012, África exportaba por un total de 113 mil millones de dólares hacia China e importaba por un total de 85,3 mil millones de dólares. Cerca de la mitad de los productos importados de China son mercancías útiles para el desarrollo económico (vehículos, máquinas, generadores y otros).

No obstante, cuando hablamos de base económica de la dominación imperialista, se trata de exportación de capitales bajo la forma de préstamos o inversiones directas en el extranjero que confiere a las empresas multinacionales y los bancos un poder directo sobre la economía de otro país.

Que África se desangra las venas para devolver las deudas que contrajo con Occidente es algo muy conocido. Esta deuda africana se creó en los años 70 y 80 del siglo pasado y hace ya tres décadas que está siendo utilizada por el FMI como pretexto para imponer a la mayoría de gobiernos africanos medidas ultraliberales en beneficio de las empresas multinacionales de Occidente.

Los nuevos préstamos chinos son a menudo de carácter concesional (sin beneficios inmediatos), o bien se efectúan siguiendo un guión que en los hechos equivale a un trueque (petróleo o cobre a cambio de trabajos de infraestructura). China también condona deudas con frecuencia, y ello sin condiciones.

El FMI, en cambio, vela con cuidado para que los países africanos con deudas elevadas «no puedan en ningún caso contraer nuevas deudas». En resumidas cuentas, en el plano de la exportación de capitales mediante préstamos, Occidente tiene sujetada a África entre la espada y la pared desde hace tiempo, y por mucho que quisiera China, hasta el momento actual no tiene la menor posibilidad de convertirse en candidata imperialista.


Mediante la exportación de capitales bajo la forma de inversiones directas en el extranjero, las empresas multinacionales tienen propiedades en otros países. Aquí también, resulta que China está a un nivel muy inferior al de Occidente.

A finales de 2011, el valor acumulado de las inversiones en África se clasificaba así: Francia poseía 58 mil millones de dólares, Estados Unidos 57, Gran Bretaña 48, Malasia 19, Sudáfrica 18, y después vendría China con 16 mil millones y la India con 14 mil millones[11].

Estas proporciones también se mantienen cuando se examinan las inversiones anuales entre 2003 y 2009[12]. En el caso de China, la exportación de capitales aún está poco desarrollada, si se compara con la exportación de mercancías.

Los gobiernos occidentales son los defensores directos de los intereses de los bancos y las empresas multinacionales. Contrariamente a China, los gobiernos occidentales intervienen como defensores directos de los intereses de sus bancos y empresas multinacionales en África.

La injerencia política y militar de los Estados Unidos y de Europa en África presenta un contraste notable con la política del Gobierno chino que se apoya en el respeto recíproco de la soberanía, la no-injerencia en los asuntos internos de otro país, la igualdad y el beneficio mutuo.

Cuando Occidente bombardea Libia por todas partes o derroca al presidente Gbagbo en Costa de Marfil, vemos importantes delegaciones de hombres de negocios ir a recoger su botín en compañía de sus respectivos ministros de asuntos extranjeros. Pero incluso en tiempos de paz relativa, las empresas multinacionales occidentales reciben una sólida protección bajo la forma de presiones políticas y diplomáticas y garantías militares. Estas actividades son desveladas muy claramente en el libro Cazadores de materias primas de Raf Custers que desmenuza la manera con la que los gobiernos canadiense y norteamericano realizan todo tipo de presiones e injerencias imaginables para defender los intereses de sus respectivos gigantes mineros First Quantum y Freeport-McMoran.[13]

¿Qué ocurre cuando un banco chino hace una importante inversión en África? En 2008, cuando el Gobierno congoleño se atrevió a cerrar el famoso contrato con China que preveía una inversión de 9 mil millones de dólares (3 mil millones en la explotación minera y dos líneas de crédito de 3 mil millones para la construcción de rutas, hospitales, escuelas…) a devolver con el cobre y el cobalto que producirá el proyecto minero, aquello desató una tormenta de cólera e indignación en Occidente.

Esta cólera y esta indignación se tradujeron en dos años de chantaje por parte del FMI, teniendo como resultado la supresión de una línea de crédito de 3 mil millones de dólares y la obligación para el Eximbank chino, que financia la inversión, de tener que hacerlo sin la menor garantía, asumiendo todos los riesgos, cosa que no haría ningún banco capitalista. Por supuesto, ello ha causado un retraso enorme en la ejecución del conjunto del proyecto.

Cinco años más tarde, no se han ejecutado más que 458 millones de dólares de trabajos de infraestructura. Pero ni un solo kilo de cobre o cobalto ha sido entregado a cambio. Cuando el Eximbank chino quiso recuperar como garantía de toda la operación el 32% de parte que posee el Congo en el proyecto minero, ello fue rechazado, y hoy las negociaciones prosiguen. Sencillamente, no existen chantajes, amenazas o presiones militares por parte del Gobierno chino.[14]

El siglo XXI será el de la emergencia de China

La modificación de la correlación de fuerzas internacional hace que las élites africanas se atrevan en mayor medida a levantarse contra los antiguos maestros coloniales. Por ejemplo, el presidente sudafricano Zuma declaró lo siguiente, en una entrevista concedida al Financial Times: «Si seguís tratando África como una antigua colonia, la gente se orientará hacia nuevos socios que los tratarán de otra manera.»[15]

Después de siglos de tráfico de esclavos, colonización, guerras coloniales, dictaduras neocoloniales, injerencia y golpes de Estado al servicio de los intereses occidentales, los dirigentes africanos tienen ahora la posibilidad de elegir socios que los traten de igual a igual. Además, pueden poner a los múltiples nuevos socios y a los antiguos maestros los unos contra los otros, con el fin de obtener mejores condiciones para el desarrollo económico de su país. Tienen así la oportunidad de retomar el curso de los años 60, la época de los grandes nacionalistas y anticolonialistas africanos y posicionarse de forma más independiente.

El embajador de la República Democrática del Congo en Bruselas, Henri Mova Sakanyi, que al mismo tiempo es un brillante universitario y profesor de relaciones internacionales, escribe lo siguiente sobre la cooperación chino-africana: «África posee el 30% de las reservas de materias primas […] El continente ofrece un enorme potencial en fuentes de energías renovables. La producción agrícola de África representa el 66% del cacao, el 40% del aceite de palma, etc.» Sakanyi concluye diciendo que «el siglo XXI será el de la emergencia de África».[16]

19 abril 2018



NOTAS:
  [1] Delegación de asuntos estratégicos, Horizontes estratégicos, Ministerio de Defensa, 5 de agosto de 2013.
  [2] Universidad de Texas, Austin, National Security Strategy 2013
  [3] El G7 reúne los países siguientes: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, Canadá e Italia.
  [4] 34 de los países más industrializados son miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
  [5] «PNUD, Informe sobre el desarrollo humano 2013. El crecimiento del Sur: el progreso humano en un mundo diversificado».
  [6] Erin Conway-Smith, «Obama en África: China 1, Estados Unidos 0», The Global Post, 1 de julio de 2013.
  [7] Ibíd.
  [8] «La oportunidad para Obama de aumentar las inversiones estadounidenses en África», Bloomberg, 7 de julio de 2013.
  [9] Deborah Brautigam, http://www.chinaafricarealstory.com.
  [10] Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), cap. 7, Obras Completas, tomo 22, pág. 287.
  [11] Conferencia de Naciones Unidas sobre el comercio y el desarrollo (UN Conference on Trade and Development, UNCTAD), «El crecimiento de las inversiones extranjeras directas de los BRICS y África», 25 de marzo de 2013.
  [12] «Recursos para las Infraestructuras: el papel de China en el nuevo panorama de los negocios de África», The China Analyst, septiembre de 2011. La segunda gráfica indica las inversiones directas al año.
  [13] Raf Custers, Cazadores de materias primas, Investig’Action, capítulo 7.
  [14] Johanna Jannson, «El acuerdo Sicomines revisado: bancos chinos prudentes y empresas chinas que arriesgan», Review of African Political Economy, Roskilde University, Dinamarca, 1 de marzo de 2013, pág. 157.
  [15] Jacob Zuma, «Zuma avisa a las grandes "empresas" coloniales», The Financial Times, 3 de marzo de 2013.
  [16] Henri Mova Sakanyi, «China en África: gramática de un desplazamiento geopolítico», Dounia, nº 3, septiembre de 2010, págs. 117-118.

miércoles, 11 de abril de 2018

Ocho razones por las que las últimas acusaciones de ataque con armas químicas en Siria son casi con seguridad totalmente absurdas


Por STEPHEN GOWANS

Hay mucha ambigüedad en torno al supuesto ataque con armas químicas en Duma que se dice que tuvo lugar el sábado por la noche, pero hay algunos asuntos que están claros.

En primer lugar, los informes están «sin verificar», de acuerdo con The Wall Street Journal [1] y el Ministerio de Asuntos Exteriores británico [2] y no están confirmados, según el Departamento de Estado de EE.UU. [3] Lo que es más, The New York Times señaló que «no fue posible verificar de forma independiente los informes», [4] mientras que The Associated Press agregó que «los informes no se pudieron verificar de manera independiente». [5]

En segundo lugar, según The Wall Street Journal, no está «claro quién llevó a cabo el ataque» [6] suponiendo que se llevase a cabo.

En tercer lugar, las «fotos y videos no verificados» [7] que forman el cuerpo de pruebas (no verificadas) fueron producidas por dos grupos que tienen interés en fabricar atrocidades para atraer a los Estados Unidos más profundamente hacia el conflicto sirio. Ambos grupos, Cascos Blancos y la Sociedad Médica Sirio-Americana, son financiados por los gobiernos occidentales [8], que abiertamente buscan un cambio de régimen en Siria y por lo tanto tienen un interés en producir un pretexto humanitario para justificar intensificar su intervención en el país. Los Cascos Blancos y la Sociedad Médica Sirio-Americana financiados por Occidente están aliados con yihadistas antigubernamentales y solo están activos «en áreas controladas por la oposición» [9]. Ellos también son claramente parte interesada.

En cuarto lugar, The New York Times reveló indirectamente una posible motivación para que los dos grupos presentaran historias inventadas de atrocidades. «Un nuevo ataque químico confirmado en Siria», señaló el periódico, «plantearía un dilema para el presidente Trump, quien… dijo recientemente que quiere sacar a los Estados Unidos de Siria». [10]

Las recientes reflexiones de Trump sobre el fin de la ocupación militar estadounidense de casi un tercio del territorio sirio, incluidos los campos petrolíferos más ricos del país, fueron respondidas rápidamente por la oposición del Pentágono, liderada por el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis. El presidente de Estados Unidos aceptó a regañadientes una ocupación continua, siempre y cuando termine en cuestión de meses en lugar de años.

La fabricación de una atrocidad presionaría a Trump para mantener la ocupación estadounidense indefinidamente y posiblemente escalaría la intervención militar estadounidense en Siria, para el placer de los insurgentes islamistas, sus aliados de los Cascos Blancos y la Sociedad Médica Sirio-Americana, y los planificadores de guerra estadounidenses.

Si esa es la intención, la maniobra parece haber tenido éxito. Trump reaccionó en Twitter ante los informes no verificados (y no verificables), deshumanizando al presidente sirio Bashar al Assad como un «animal» quien el presidente estadounidense dijo que era responsable de un «desastre humanitario sin ningún motivo». Que el Departamento de Estado de EE.UU. reconociera que los informes no estuviesen confirmados no pudieron contener al «cow-boy» Trump.


Quinto, un ataque químico del Gobierno sirio sería manifiestamente contraproducente y, por lo tanto, parecería muy improbable. El ejército árabe sirio está en la cúspide de una victoria casi inevitable en Guta Oriental. ¿Por qué anularía sus progresos al darle a los Estados Unidos un pretexto para continuar su intervención militar en Siria, después de que Trump anunciase su intención de retirar las tropas?

Sexto, es difícil concebir algún beneficio militar para el Ejército sirio por el hecho de desplegar armas químicas. El Ejército sirio tiene formas de destrucción más letales que el uso de agentes químicos, cuyos efectos son impredecibles y generalmente de pequeña escala. En todos los supuestos incidentes de ataque químico en Siria, el número de víctimas reclamadas es siempre menor que el que podría producirse fácilmente mediante ataques aéreos y artillería. ¿Para qué, entonces, el Gobierno sirio usaría armas químicas relativamente ineficaces, creando un pretexto para la intervención continua de Estados Unidos, cuando podría usar armas convencionales más letales, sin cruzar una línea roja?

Séptimo, gran parte del discurso sobre las armas químicas en Siria presupone implícitamente que el régimen sirio las tiene, a pesar de que el país cooperó con la Organización para la Prevención de Armas Químicas para eliminarlas hace años.

Finalmente, las denuncias de uso de armas químicas se realizan rutinariamente contra el Gobierno sirio, y mientras que, a través de la repetición, se han transfigurado en verdades recibidas, todas han demostrado no ser verificadas. Jim Mattis reconoció esto en una conferencia de prensa el 2 de febrero.

P: Solo me aseguro de oírle correctamente, ¿está diciendo que cree que es probable que lo hayan usado y está buscando las evidencias? ¿Es eso lo que dijo?

Secretario MATTIS: No tenemos pruebas… Estamos buscando evidencias…

P: ¿Entonces la probabilidad no era la suya? ¿No la está caracterizando como una probabilidad? Pensé que lo usé, utilizó esa palabra; Supongo que le malentendí.

Sec. MATTIS: Bueno, ciertamente hay grupos que dicen que lo han usado. Y entonces piensan que hay una probabilidad, entonces estamos buscando la evidencia.

P: ¿Entonces, existen evidencias creíbles de que tanto el sarín como el cloro...?

Sec. MATTIS: No, no tengo la evidencia, no específicamente. No tengo la evidencia. Lo que estoy diciendo es que otros grupos en el terreno, organizaciones no gubernamentales, luchadores en el terreno han dicho que se ha usado sarin. Entonces, estamos buscando evidencia. No tengo evidencia, creíble o increible. [11]

La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia, pero tampoco es evidencia de culpabilidad. La completa falta de pruebas, junto con un contexto político que favorece la producción de acusaciones espurias, sugiere que las últimas declaraciones de armas químicas son, como todas las que les han precedido, dudosas en el mejor de los casos.

INVESTIG’ACTION
10 abril 2018

NOTAS:
[1] Raja Abdulrahim, «Dozens killed in alleged chemical-weapons attack in Syria», The Wall Street Journal, 8 abril 2018.
[2] Ben Hubbard, «Dozens suffocate in Syria as government is accused of chemical attack», The New York Times, 8 abril 2018.
[3] Hubbard.
[4] Hubbard.
[5] Zeina Karam y Philip Issa, «Syrian rescuers say at least 40 people killed in eastern Ghouta has attack», The Associated Press, 8 abril 2018.
[6] 8 de abril.
[7] Abdulrahim, 8 de abril.
[8] Raja Abdulrahim, «Syria airstrikes hit hospitals in rebel territory», The Wall Street Journal, 5 febrero 2018; Louisa Loveluck y Erin Cunningham, «Dozens killed in apparent chemical weapons attack on civilians in Syria, rescue workers say», The Washington Post, 8 abril 2018.
[9] Abdulrahim, 8 abril; Abdulrahim, 5 febrero.
[10] Hubbard.
[11] «Media Availability by Secretary Mattis at the Pentagon», secretario de Defensa James N. Mattis, 2 febrero, 2018,

domingo, 8 de abril de 2018

Ha muerto un elefante


 Animales en los circos

La noticia del accidente de un camión de un circo cargado de elefantes en una autovía española en la tarde del 2 de abril se hizo viral en cuestión de horas. Las impactantes imágenes de uno de los elefantes agonizando en el arcén de la carretera y de otros cuatro desorientados y ensangrentados en medio de la autovía han producido perplejidad, tristeza e indignación en prácticamente todos los sectores de la sociedad, tanto en España como en el extranjero.

4 abril 2018

Ante la imagen de cinco elefantes en una autovía entre Albacete y Murcia, una imagen que parecía irreal por su propia incongruencia, las preguntas que cabe hacerse, y que sin duda se han hecho miles de personas en todo el mundo, es: ¿Cómo puede ser que esto haya ocurrido? ¿Cómo puede ser que todavía esté permitida la utilización de animales salvajes en los circos?

Un accidente de tráfico es efectivamente eso, un accidente. Puede pasarle a cualquiera. El problema añadido viene cuando uno transporta a cinco elefantes, y cuando además lo hace con regularidad. En este caso, las probabilidades de que esta tragedia ocurra aumentan considerablemente, y los riesgos, ya no solo para estos animales, sino para los ocupantes humanos del propio camión y de los demás vehículos, se multiplican.

La prohibición de los circos con animales es un proceso que comenzó hace ya mucho tiempo. En los últimos años hemos asistido a una aceleración de este proceso, tanto en España como a en otros países, como consecuencia de una demanda social que exige un mayor respeto por los demás animales con los que compartimos el planeta.


Conductas que antes parecían normales han dejado de serlo. La utilización de elefantes, tigres, osos o hipopótamos en espectáculos, condenados a una vida de absoluta privación solo para entretenimiento de un público cada vez más exiguo, ha dejado de considerarse aceptable por la inmensa mayoría de la población.

En España más de 470 municipios han reivindicado su postura aprobando mociones para declararse libres de circos con animales. Cuatro Comunidades Autónomas —Cataluña, Baleares, Galicia y Región de Murcia— han prohibido ya la utilización de animales en sus circos.

La ciencia en contra de los circos con animales

Más allá de consideraciones éticas, la propia ciencia veterinaria ha hecho público su parecer. La Federación de Veterinarios de Europa (FVE) emitió en 2015 una declaración oficial en la que instaba a las autoridades competentes a prohibir la utilización de animales salvajes ante la imposibilidad por parte de los circos itinerantes de satisfacer sus necesidades básicas (fisiológicas, mentales y sociales).

La denigración de animales
no tiene nada de educativo.

A esta declaración se adhirió posteriormente el Consejo General de Colegios Veterinarios de España. De modo que, cuando las principales autoridades científicas en materia animal a escala europea y española, respectivamente, sostienen la imposibilidad de garantizar la protección y el bienestar de estos animales salvajes en los circos, parece que el sector circense se queda sin argumentos.

Son ya pocos los circos españoles que siguen empleando animales en sus espectáculos. Las restricciones municipales y autonómicas en aumento han contribuido a que los circos se vean obligados a dar ese paso tan esperado por la mayoría de nosotros: la transformación en espectáculos sin animales.

El año pasado, un circo muy popular en Francia dio este paso a la reconversión. Entendían que la sociedad había cambiado y que mucha gente había dejado de llevar a sus hijos al circo porque no querían ver animales en un entorno tan ajeno a su propia naturaleza. En honor a lo que siempre habían sido, un espectáculo familiar, y para no seguir produciendo malestar entre la gente, tomaban la decisión de dejar de utilizar animales.

Fue una decisión muy valiente, sobre todo por la manera de hacerlo público. El sector circense que todavía utiliza animales no lleva bien que alguno de los suyos tire la toalla, porque le acerca cada vez más a una reconversión necesaria.

En España, en menos de un año hemos asistido a los tres primeros casos de circos españoles que han decidido dejar de utilizar animales en sus espectáculos y los han donado a la ONG AAP Primadomus, que cuenta en la provincia de Alicante con el principal centro de rescate de animales salvajes al sur de Europa.

La decisión de estos circos no fue fácil. Sin embargo, las sociedades cambian, y con ello sus costumbres, sus percepciones y sus principios. Los circos tienen que adaptarse a la realidad de los tiempos. Nadie quiere su desaparición. Pero casi todo el mundo quiere la desaparición de los animales en los circos.

El proceso culminará y los circos con animales dejarán de existir en España. Será más tarde de lo que nos hubiese gustado, pero esperamos que ocurra lo suficientemente rápido como para que tragedias como esta no vuelvan a suceder.

Porque ha muerto un elefante. Un elefante que fue capturado de su hábitat natural y obligado a llevar una vida de encierro, privación y sufrimiento, para terminar muriendo agonizante en una cuneta.

Marta Merchán

domingo, 1 de abril de 2018

Más de 330 lobos murieron en 2017 a manos de furtivos, atropellados o envenenados

 

Más de 330 lobos murieron en 2017 a manos de furtivos, atropellados o envenenados

15 marzo 2018

Al menos 333 lobos ibéricos murieron el año pasado atropellados, a manos de cazadores furtivos o envenenados. Son los datos que se desprenden de la primera cuantificación sobre mortalidad por causas no naturales de esta especie protegida que se realiza en España, elaborada por el coordinador del Censo del Lobo Ibérico, Ángel M. Sánchez, y el Observatorio de la Sostenibilidad.

El estudio, que se ha realizado con datos aportados por las administraciones, organizaciones conservacionistas, asociaciones cinegéticas y medios de comunicación, estima que sólo durante 2017 unos 618 ejemplares de lobo ibérico murieron por causas no naturales en España. De ellos, 259 lo hicieron abatidos por cazadores ilegales o por envenenamiento, mientras 74 resultaron arrollados en las carreteras. Además, otros 293 fueron cazados de forma legal durante las batidas que las distintas comunidades autónomas organizan con fines de control poblacional.

Los autores advierten, no obstante, de que las cifras son «provisionales» y «estimativas», dada la dificultad en la recogida y seguimiento de este tipo de sucesos.

El documento también pretende hacer una primera aproximación nacional al estado de conservación y gestión de la especie.

Aunque en España existe una Estrategia Nacional para la Conservación y Gestión del Lobo —aprobada en 2005— la protección y gestión de esta especie depende en gran medida de las comunidades autónomas. La Directiva Hábitats de la Unión Europea cataloga al lobo como Especie de Interés Comunitario, pero establece diferentes formas de protección usando el Duero como línea de frontera. Al sur del río la especie está protegida, mientras que al norte, donde hay más población de lobos, pueden ser objeto de medidas de control, que dependen de cada comunidad autónoma.


En Castilla y León, Galicia, Cantabria y La Rioja —que según el último censo oficial de lobos elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente concentran el 90% de las 297 manadas que se estima que viven en la Península Ibérica— el lobo es una especie cinegética y se permite su caza estableciendo cupos anuales que son llevados a cabo por personal de la administración y cazadores. País Vasco y Asturias sólo permiten la eliminación selectiva en controles de población, aunque el Principado aprobó en septiembre batidas indiscriminadas sin cupo de ejemplares y en cualquier época del año en parte de su territorio, en una medida que ahora investiga la Fiscalía.

Los autores del estudio, en cualquier caso, denuncian que existe una «falta de transparencia acusada», así como una falta de criterio científico en la gestión de la especie en nuestro país.

«Los controles poblaciones de lobo se realizan de una forma aleatoria e irracional, sin tener en cuenta la jerarquía de los diferentes individuos en la manada ni su sexo o edad. De continuar con esta dinámica de matanza anual, injustificada de todo punto a nivel científico, es muy probable que la especie siga desapareciendo de amplios territorios donde hasta hace muy poco era común, como ha sucedido desde principios de siglo», señalan.

El lobo, que campó a sus anchas por casi toda la Península Ibérica hasta el siglo XIX, llegó a rozar la extinción en los años 70, cuando era considerado una alimaña y fue perseguido y abatido de forma masiva por el hombre. Tras la modificación de la Ley de Caza, su captura comenzó a estar regulada, permitiendo en parte su recuperación. Sin embargo, los autores del estudio aseguran que, pese a la mejoría, «su futuro no está garantizado en absoluto».

El informe calcula que el número de bajas no naturales que la especie sufrió durante el año pasado «es probablemente muy cercano a la tasa de reclutamiento», es decir, del número de individuos que se incorporarían anualmente a la población. «Por lo que el lobo ibérico no se hallaría en expansión, sino más bien al revés», señalan.

El estudio alerta también sobre la escasa variabilidad genética del lobo ibérico y pide implementar iniciativas que permitan garantizar el flujo entre especies a través de «corredores biológicos» seguros.

Este domingo (18 de marzo) una manifestación en Madrid reclamará «un lobo protegido por ley».

Lucia Villa